viernes, 30 de octubre de 2009

Francesca Woodman.




''Francesca Woodman nació el 3 de Abril de 1958 en Denver (Colorado). Nacida en el seno de una familia de artistas,(Sus padres George Woodman y Betty Woodman artistas plásticos que ahora gestionan un archivo de más de 800 imágenes, 120 de las cuales han sido expuestas o publicadas), obtuvo de ellos sus primeras influencias hacia el arte, de tal forma que, desde pequeña, lo conceptualizó no sólo como un modo de vivir, sino más bien como un modo de pensar.

Su obra consiste, mayoritariamente, en retratos de mujeres en blanco y negro, siendo ella misma la modelo en muchas ocasiones. El cuerpo es uno de los temas centrales de su fotografía; las figuras humanas aparecen borrosas, perdidas en la sombra, parecen formar parte de las salas invadidas por el deterioro.

Para Francesca Woodman el medio preferido para sus imágenes era el libro: sus fotos pasaban desapercibidas en galerías, sobre todo si tenían que competir con las imágenes de moda, aumentadas a tamaños descomunales. Diseñó libros para recoger sus fotografías, pero sólo se publicó uno de ellos: Algunas geometrías interiores desordenadas, en 1981. Ese mismo año se suicidó.'' Wikipedia.

No hace falta entender mucho de arte para saber que esta mujer estaba loca de remate. Fui a ver una exposición suya a La Fábrica, aqui en Madrid. Sus fotografías muestran su mimetismo con la naturaleza, las formas geométricas, las esquinas, espejos, animales... y todas las fotos con un punto de terror.

Sinceramente, toda su obra tiene un punto de locura que la hace precisamente brillante. Pero, ¿a qué precio ser un artista si estás en la vida angustiado y con ganas de suicidarte?

http://www.heenan.net/woodman

5 comentarios:

  1. ¿Qué genio no está loco?
    No existe la genialidad sin ese punto de locura del que hablas, aunque desde luego, suicidarse es llevarlo al extremo...como ya han hecho tantos otros grandes artistas.
    Por cierto, gracias por esta entrada -no conocía su obra, y debo decir que la encuentro fascinante -adoro ese trasfondo siniestro del que hablas, apenas insinuado y por ello aún más presente.
    Un saludo,
    Akasha

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  2. La última frase: "Pero, ¿a qué precio ser un artista si estás en la vida angustiado y con ganas de suicidarte?", se me hace una total bobada. En primera porque es un juicio de valor bastante erroneo: el suicidio es algo muy personal, no tiene que ver con el "bien" o el "mal". Es simple y ya.

    Lo demás, Francesca Woodman no "estaba loca de remate". La siguiente ocasión, selecciona mejor tus palabras.

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